Una plantilla ortopédica u ortesis es un dispositivo médico colocado en el interior del calzado, capaz de generar un efecto mecánico y neuromotor en la planta del pie.
Se entiende por efecto mecánico los cambios que las plantillas producen en la intensidad, la localización y la duración de las fuerzas que provienen del suelo y que actúan directamente en la planta del pie.
Además de los cambios mecánicos que generan las plantillas, nuestro cerebro recibe nuevas informaciones sensoriales (efecto neuromotor) procedentes del complejo pie-plantilla y envía órdenes a los músculos y tendones para que trabajen de la manera más óptima, minimizando así el riesgo de lesión.
¿Cuándo está indicado el uso de las plantillas? Cuando el Podólogo, y tras una minuciosa exploración en estática y dinámica, considere que la causa de su dolencia sea debida a una alteración en la marcha, y/o tras detectar la presencia de factores de riesgo, que pueden ser en un futuro, responsables de lesiones de difícil tratamiento.
Por lo tanto, los objetivos de la terapia con plantillas son: evitar excesivas fuerzas sobre los huesos, los músculos, los cartílagos, los tendones y los ligamentos, evitando su rotura o daño; permitir la curación de esas estructuras cuando estén lesionadas; prevenir que ocurran nuevas lesiones; y promover una dinámica corporal más eficiente durante las actividades en carga.
En otras palabras, el Podólogo no sólo debe centrarse en qué estructura anatómica está afectada, sino que también debe determinar qué fuerzas patológicas están ocurriendo sobre una estructura específica y de esta manera poder actuar antes de que aparezca la lesión, mediante un tratamiento ortopédico a medida.
En otras palabras, el Podólogo no sólo debe centrarse en qué estructura anatómica está afectada, sino que también debe determinar qué fuerzas patológicas están ocurriendo sobre una estructura específica y de esta manera poder actuar antes de que aparezca la lesión, mediante un tratamiento ortopédico a medida.
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Se entiende por efecto mecánico los cambios que las plantillas producen en la intensidad, la localización y la duración de las fuerzas que provienen del suelo y que actúan directamente en la planta del pie.
Además de los cambios mecánicos que generan las plantillas, nuestro cerebro recibe nuevas informaciones sensoriales (efecto neuromotor) procedentes del complejo pie-plantilla y envía órdenes a los músculos y tendones para que trabajen de la manera más óptima, minimizando así el riesgo de lesión.
¿Cuándo está indicado el uso de las plantillas? Cuando el Podólogo, y tras una minuciosa exploración en estática y dinámica, considere que la causa de su dolencia sea debida a una alteración en la marcha, y/o tras detectar la presencia de factores de riesgo, que pueden ser en un futuro, responsables de lesiones de difícil tratamiento.
Por lo tanto, los objetivos de la terapia con plantillas son: evitar excesivas fuerzas sobre los huesos, los músculos, los cartílagos, los tendones y los ligamentos, evitando su rotura o daño; permitir la curación de esas estructuras cuando estén lesionadas; prevenir que ocurran nuevas lesiones; y promover una dinámica corporal más eficiente durante las actividades en carga.
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